Este 27 de agosto como comunidad escolar vivimos un momento de profunda emoción y recogimiento al recibir la reliquia de San Alberto Hurtado, que peregrinó por cada uno de nuestros cursos. Su presencia en nuestro colegio nos recordó el llamado a vivir con un corazón solidario, abierto al prójimo y atento a las necesidades del más necesitado. Siguiendo su ejemplo de entrega y servicio, renovamos nuestro compromiso cristiano de construir una sociedad más justa, fraterna y llena de amor al estilo de Cristo. Que San Alberto Hurtado interceda por nosotros y nos inspire a preguntarnos cada día: ¿Qué haría Cristo en mi lugar?











